La Comuna 13 es un lugar emblemático de Medellín y con ayuda de los representantes de Casa Kolacho hablamos de la memoria histórica del barrio y del espacio de encuentro para las personas de la comuna donde ofrecen diferentes opciones de vida y entregar herramientas para la transformación social y los jóvenes que entiendan su valor. La casa es un espacio de muchas cosas, es una escuela de Hip Hop donde se atienden más de 80 jóvenes del barrio donde se les enseña sobre los elementos básicos del Hip Hop grafiti, dance, rap y de DJ. Además, de galería de arte con grafitis creados por artistas y jóvenes que puedan ver sus diseños llenos de mucho arte en las paredes y una tienda donde finaliza el recorrido del grafitour donde emprendedores pueden mover sus productos; Casa Kolacho es un centro cultural de resignificación de la Comuna 13.

“El grafitour nace como una mirada social con combinación de contar una historia diferente a la que se contó en los medios de comunicación a través del arte en las paredes y también es una forma de utilizar ese moviendo gracias a las escaleras eléctricas que pusieron en el mapa a la comuna y las personas que querían entender la historia que vivió cada habitante del barrio y poder llevar esa historia y esos mensajes a más personas con artistas que también se visibilizan con estos espacios”. Afirmó Juan David García de Casa Kolacho.

Es importante entender que juntos podemos tener una voz más fuerte y unirse en pro de los mensajes y espacios que ayudan a la comunidad, no es un proceso fácil unir a toda una comunidad y crear este espacio cultural, pero si se necesita inspirar a otros y ser resiliente en el proceso de transformación y construcción de nuevas narrativas en el territorio.

Tuvimos la partición de La Fiera, invitade en nuestro evento habló sobre su colectivo “Durante la pandemia surge la necesidad de visibilizar los casos de violencia de género que sucedía en el territorio y a través del colectivo La Fiera Hiphop escribimos canciones que cuentan las historias de feminicidios y contra la comunidad LGBTIQ+ en el territorio de la comuna, y por otros casos que evidenciamos empezamos a encaminar el proyecto a la salud sexual, el cuidado menstrual de las mujeres y las niñas para visibilizar la violencia de género con ayuda de Casa Kolacho”.

En el camino de lo social el reto principal es no perder la bandera de querer ayudar a los demás y ser resilientes cuando hay momentos que fracturan el proceso como la pérdida de miembros de los equipos. Otro reto es poder combinar el generar recursos a través del arte e inspirar a otros con los esfuerzos de una comunidad unida y compartiendo las historias de dolor convertidas es espacios de esperanza y paz. Las organizaciones sociales deben entender que no importa el tamaño de los equipos o recursos, pero mientras tengamos el deseo al cambio podemos encontrar espacios de cooperación con otras organizaciones y trabajar juntos para cumplir los propósitos de transformación.

El resultado de la experiencia siempre trabajar desde el amor y querer ayudar a los otros, sin buscar el beneficio económico sino pensar en el bienestar común y en las personas, replicar estas cosas funcionan generando oportunidades para los jóvenes, en generar transformación social y en fortalecer el arte y la cultura como mecanismos de transformación y seguramente tendremos la tranquilidad económica y la satisfacción de ver como con el arte y los procesos incidimos a los niños y reflejo del trabajo y los beneficiados con las actividades que hacemos.

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