En los últimos años ha aumentado el interés en el periodismo comunitario como herramienta para empoderar a las comunidades y promover el cambio social. En América Latina y Colombia, han existido diversos esfuerzos para promover el periodismo comunitario como una forma de dar voz a las comunidades marginadas y fomentar la participación ciudadana en temas de incidencia pública local. Estos esfuerzos han demostrado la importancia de contar con medios de comunicación que reflejen las realidades y las vivencias de las comunidades, y han generado impactos significativos en términos de empoderamiento y cambio social.
En el suroriente de Cartagena, Colombia, se encuentra el barrio La Candelaria, un lugar marcado por la desigualdad social y la pobreza extrema. Este barrio, como muchos otros en Latinoamérica, refleja las realidades de los tugurios urbanos, donde la marginalización y la estigmatización son una constante. En este contexto, surge una iniciativa de periodismo hiper local, impulsada por los habitantes de La Candelaria, que busca transformar la narrativa predominante y dar voz a las historias y realidades de la comunidad.
El barrio La Candelaria de Cartagena ha sido afectado por la pobreza, la vulnerabilidad y la inseguridad, el proyecto de periodismo comunitario representó una oportunidad única para fortalecer la memoria histórica y cultural de la comunidad, empoderar a los ciudadanos y desarrollar habilidades de comunicación y liderazgo. La rica historia cultural y las narrativas únicas del barrio proporcionaron un marco propicio para el desarrollo de este tipo de iniciativas.
La ciudad de Cartagena, a pesar de contar con un número creciente de medios de comunicación digitales, enfrenta un desafío significativo: la falta de diversidad en los enfoques periodísticos. Esta situación limita la capacidad de los medios para reflejar fielmente la complejidad y la riqueza de las historias locales. Además, la tendencia a la mercantilización de la información y la falta de un enfoque social en el periodismo han llevado a una representación sesgada y superficial de las comunidades periféricas como La Candelaria.
Objetivos y Metodología
El objetivo principal del proyecto fue capacitar a jóvenes y líderes comunitarios en habilidades de periodismo y comunicación audiovisual, con un enfoque en el liderazgo comunitario y la teoría del cambio. A través de esta capacitación, se buscaba fortalecer la memoria histórica y cultural del barrio, empoderar a los ciudadanos para participar activamente en asuntos locales y desarrollar habilidades de comunicación y liderazgo.
Para lograr estos objetivos, el proyecto se desarrolló a lo largo de cinco jornadas, cada una compuesta por talleres específicos diseñados para abordar diferentes aspectos del periodismo comunitario y el desarrollo de habilidades. Estos talleres incluyeron la introducción al periodismo comunitario, la investigación y producción de contenidos, las narrativas culturales y el fotoperiodismo, el liderazgo comunitario y las técnicas audiovisuales, las redes sociales y la comunicación digital, y el diseño y la edición de publicaciones periódicas.
La iniciativa se justifica en la necesidad de superar las narrativas de miedo y estigmatización que rodean a los barrios periféricos de Cartagena. El proyecto busca utilizar el periodismo como una herramienta de cambio social, educando a las comunidades sobre la importancia de los medios de comunicación como generadores de conciencia crítica.
La metodología utilizada fue participativa y colaborativa, involucrando laboratorios de innovación social comunicativa, talleres sobre liderazgo comunitario y teoría del cambio, encuentros de producción periodística, seguimiento y tutorías, conferencias y eventos, debates y sesiones de co-creación de la revista comunitaria.
Resultados
El proyecto contó con la participación de 20 personas y benefició a 30 más de manera indirecta de la Escuela de Bullerengue Eulalia González Bello. El alcance estimado ha sido de 500 visualizaciones en el sitio web. Uno de los aspectos positivos del proyecto fue el empoderamiento de los participantes para contar sus propias historias y la de su comunidad, fomentando un sentido de pertenencia y orgullo.
Además, se ha observado una mejora en las habilidades de comunicación y liderazgo de los participantes, lo que ha contribuido a cambios positivos y al desarrollo de soluciones innovadoras para los desafíos de la comunidad.
Uno de los mayores desafíos de narrar las historias de los participantes fue integrar las perspectivas y experiencias en un proyecto cohesivo que refleje la diversidad y riqueza cultural de La Candelaria. Gracias a esto reconocemos la importancia de continuar fomentando el desarrollo de habilidades de comunicación y liderazgo en la comunidad, asegurando la sostenibilidad y el crecimiento continuo del proyecto.
Conclusión
El Proyecto de Periodismo Comunitario en el barrio La Candelaria ha demostrado ser un caso ejemplar en programas de desarrollo comunitario a través de la educación y el periodismo. El proyecto fortaleció la memoria histórica y cultural de la comunidad, empoderado a los ciudadanos y mejorado sus habilidades de comunicación y liderazgo. Los resultados alcanzados y los impactos generados en la comunidad destacan la importancia del periodismo comunitario como herramienta para promover el cambio social y dar voz a las comunidades marginadas.
La experiencia comunitaria, por ejemplo, trae consigo una fuerte carga identitaria, que revela o se revela en la caminata conjunta de seres variopintos, conectados por el territorio, pero también por las experiencias de vida, por el color, por las tradiciones, por las historias que confluyen en su entorno cercano. Es precisamente allí, en el arsenal de historias que nutre la vida en comunidad, donde los participantes de esta experiencia han encontrado un hilo conductor para contar lo que sucede en la barriada.
De ahí que el periodismo en clave comunitaria pueda convertirse en un catalizador de la memoria y las tradiciones que estimule la preservación de vestigios arquitectónicos, anécdotas, historias, caracterizaciones demográficas, ritos, prácticas, y otras expresiones de la vida en comunidad.
La propuesta concluye en un horizonte de utopías, consciente del papel transformador de la mediación comunicativa, capaz de mirar al horizonte y apostarle a una nueva forma de relacionarse con las subjetividades que pueblan centros demográficos con las características del barrio La Candelaria.
Son las sonrisas que palpitan, los miedos inexorables, las historias que florecen de par en par, las que hacen posible este viaje conjunto entre organizaciones sociales de base, lideresas y líderes del barrio la Candelaria. Su propio caminar, les ha permitido encontrar una forma de alzar la voz, de rebelarse, y empezar a contar lo que habita en su territorio más allá de la crónica roja de la prensa local. Tal y como lo señala Ramon Iriarte Passo, caminante de la Escuela Política Territorial y uno de los participantes de esta experiencia, “en este proyecto escribimos sobre todas las problemáticas y beneficios de nuestro sector. Un espacio que reúne lo más importante, lo más destacado del barrio y el sentir de cada una de las personas que aquí se sienten representadas”.
En este experimento, en el que han participado mujeres, hombres y seres diversos, se han encargado de definir su agenda, abordando las aristas que conectan la memoria viva de una comunidad que nunca ha parado de soñar. En esta misma línea, quienes han participado de esta experiencia, capaz de incubar y dar a luz una revista en el corazón de la periferia cartagenera, reconocen la huella del trabajo co-creativo enmarcado en una propuesta de periodismo comunitario a la que no le imponen límites, ni fronteras cercanas, el significado de este ejercicio práctico donde convive la cotidianidad de incansables defensores de su territorio, solo puede explicarse en sus voces, las mismas que le han dado vida a un evento sui generis, a una especie de familia que lucha y que aprende, que ríe y que goza, que resiste a los embates del tiempo y la memoria.
Tras este análisis, podemos concluir que esta búsqueda, este proyecto, que ha sido desarrollado durante el año 2023 en el barrio La Candelaria de la ciudad de Cartagena, le apuesta a una comunicación que visibiliza, que articula la palabra, las realidades y los sueños, que propone una nueva visión de comunidad y por qué no, de ciudad. Un tipo de comunicación que estimula el armado de redes, de escenarios para la solidaridad y la revitalización del espíritu colectivo. Un periodismo de corte comunitario capaz de movilizar. Un periodismo con alma y cuerpo de barrio, nacido en La Candelaria.