Un primer paso es identificar la diferencia entre:

  • Desinformación: Contenido audiovisual fabricado o deliberadamente manipulado. Con teoría conspirativas o rumores creados de forma intencional.

  • Información incorrecta: Un error sin intención como una foto, pie de foto, fecha, estadística o traducción incorrecta, o incluso cuando una sátira es entendida de forma literal.

  • Información maliciosa: La publicación deliberada de información privada con intereses personales o corporativos en vez de públicos, como el porno de venganza. Cambiar de forma deliberada el contexto o fecha de contenido genuino.

Además de la diferencia entre estos tipos de trastorno de la información, es importante reconocer las categorías de la desinformación:

  • Contenido Engañoso: El contenido engañoso usa información para señalar negativamente un problema o a una persona.

  • Contenido Falso: Cuando un contenido real se comparte con información contextual falsa.

  • Contenido Fabricado: El contenido nuevo es 100% falso y está diseñado para engañar y hacer daño.

  • Contenido Manipulado: Sucede cuando información o imágenes genuinas son manipuladas con el fin de engañar.

  • Contenido Impostor: Se refiere a suplantar las fuentes genuinas.

  • Conexión Falsa: No existe relación entre los títulos, fotos o pie de foto y el contenido.

  • Sátira y Parodia: No hay intención de generar daño, pero si potencial de burla.

Desafortunadamente, hoy en día es muy fácil modificar y fabricar información. Ahora más que nunca, un análisis crítico de la información es esencial. Te invitamos a inscribirte a los cursos de “Construcción de Narrativas Positivas” y “Contrarrestar la Desinformación” para aprender más sobre la desinformación y como identificarla.