El psicólogo Ingram, resalta el pánico moral como algunos de los aspectos relevantes en el uso del internet y de las redes sociales. Este se refiere al uso de una nueva tecnología mayormente por parte de población joven, en comparación al uso que le dan los adultos mayores, sucediendo así que estos últimos no entienden los cambios de las relaciones y las nuevas dinámicas promovidas por su uso, de modo que les generan miedos en porque desconocen o no entienden su alcance. Existen riesgos en el uso del internet y de nuevas tecnologías, pero los pánicos morales se basan más en un discurso poco racional y exagerado de los efectos negativos que tendrán estos en la sociedad.

El profesor de la Universidad de los Andes, resaltó la importancia de que las organizaciones, padres de familia y personas entiendan cuáles son los cambios de la identidad, como también de las nuevas formas en que las personas se comunican. Ejemplo de esto es que la comunicación por medio de las palabras mismas para transmitir emociones se ha quedado corta, utilizando así los emojis, stickers o memes para reflejar de manera más efectiva la manera en cómo se sienten las personas.

Otro de los cambios de identidad social asociada a la interacción en las redes sociales, es que las personas empiezan reflexionar más sobre su apariencia y la manera en que los ven los demás, estimulado mayormente por el alto contenido gráfico de estas. Las nuevas formas de comunicación priorizan el contenido audiovisual, lo que también puede ser aprovechado para agregar valor a la comunicación actual y llegar a las nuevas generaciones que interactúan en todo momento por medio de las plataformas digitales.

También hay nuevas formas de conectar entre grupos o comunidades interculturales que enriquecen la experiencia y generan espacios para intercambiar conocimientos. Sin embargo, esto también genera algunas consecuencias psicológicas tales como el uso excesivo de las herramientas digitales, derivando esto en la implementación del tiempo en actividades no productivas, como también la generación de preocupaciones o incluso que se vuelva dependiente a la misma. El profesor Gordon resalta que una de las mayores preocupaciones comunes no es el uso excesivo, sino el uso indebido o poco fructífero del tiempo que se invierte en el internet, porque se puede utilizar por tiempos prolongados sin mayores riesgos en la medida en se esté aprovechando el tiempo para actividades productivas.

Otra consecuencia que se genera con el uso de las plataformas digitales es la desinformación que aparece misteriosamente pero que tiene el poder de difundirse de manera masiva desde cualquier parte del mundo. Algunas consecuencias de esto también son la creación de polarización y cámaras de eco en donde las personas solo se encuentran en conversaciones o comunidades de ideas o pensamientos compartidos. Lo anterior, con ayuda de las redes sociales aumenta su influencia. Ejemplo de esto es que en Twitter se reproducen mensajes de manera masiva sin importar o sin discutir la veracidad del contenido compartido.

Estas cámaras de eco amplían la posibilidad de que se creen teorías de conspiración masificando la desinformación y fomentando un movimiento de gran volumen sin discutir de forma productiva los argumentos contrarios, permitiendo los sesgos y la creación de narrativas negativas.

En conclusión, es importante que las organizaciones y demás actores entiendan el rol que toman las plataformas digitales y las redes sociales al momento de influenciar o definir el comportamiento de un grupo de personas en especial de los más jóvenes y como genera oportunidades de acercamiento con los mismos.

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